martes, 15 de febrero de 2011

Música en el interior.

Nuestro artículo trata de cómo influye la música en los discapacitados físicos (especialmente en los sordos, que no pueden "oir"). ¿Cómo pueden escuchar y disfrutar de la música sin el sentido del oído?.
Sumia es una alumna de nueve años, es hipoacúsica con implante coclear. Su caso no es severo, porque identifica sonidos. En mi primer año con la asignatura de música en el C.P. Gonzalo Encabo me encontré con un tercero de primaria y una alumna que necesitaba ser mirada a la cara para reconocer que las órdenes se dirigían a ella. El problema se planteaba complicado, cómo hago para que mi alumna siga las clases como el resto de sus compañeros. La solución la hallé en globos de plástico y en la predisposición de la alumna. A la vez que a sus compañeros les enseñaba las figuras musicales a Sumia le enseñaba la duración (relativa) de las mismas figuras apoyando mi boca en el globo y emitiendo un la bajo, para que le fuera mas fácil reconocerlo, a la vez que ella sujetaba con su mano el mismo globo y sentía las vibraciones que mi voz producía en él.
Cada vez que dejaba de emitir el sonido que indicaba la duración de la figura, mi mano apretaba la mano que le quedaba libre, para indicarle que había acabado, así ella lo repetía y seguía las indicaciones por las vibraciones en el globo y por las órdenes de finalización con la mano. Una vez asimilados diferentes ritmos sencillos pasé a las notas. Primero me fijé un valor de referencia en su tonalidad natural y lo clasifiqué como la nota "sol", al principio solo trabajaba "sol" con figuras. Una vez aprehendido empecé con "mi", para que Sumia aprendiera el solfeo relativo utilizaba dos globos, de manera que mientras yo sujetaba uno de ellos emitía la misma nota que su "sol" relativo y luego iba bajando hasta el "mi " a la vez que ella.
Cada vez que bajaba del "sol" al "mi", Sumia no entendía pero me dí cuenta de que bajando del "sol" al "mí" cromáticamente (ayudado de mis apretones de mano) le indicaba el más alto y el bajo, cosa que ella por imitación repetía (en su tonalidad natural). Llevo un año con ella y diferencia tres sonidos, do-mi-sol, pero interpreta y lee con un metalófono sol-la-si y una dificultad rítmica de semicorcheas y silencio por ahora de negra.
Sumia no dará conciertos de piano pero se siente especial porque en su clase no todos leen, cantan e interpretan como ella.


Colegio Público Gonzalo Encabo, Talayuela, Cáceres (España)
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